Battlestar Galactica: Algo más que robots asesinos y naves espaciales

Si yo renuevo este blog es porque he encontrado un tema con el cual alegrar vuestras vidas. Vale, quizá no os las alegre del todo pero al menos, os aseguro que después de leer todas estas líneas de texto podréis hacer algo bueno por vosotros mismos: VER UNA BUENA SERIE EN MAYÚSCULAS. El motivo de estas mayúsculas es Battlestar Galactica (La versión de 2003), una serie de ciencia ficción a la que estoy enganchadísima considerada la mejor del género en los últimos años.

La trama gira en torno a un grupo de humanos que viven en doce planetas (Cada uno llamado por un nombre basado en los doce signos del zodiaco). Cuando vemos que estos nombres no se deben al horóscopo de la Superpop, comprendemos que este grupo de personas viven una era tecnológicamente muy avanzada: Dominan los viajes a la velocidad de la luz, los saltos espaciales y, sobre todo, han creado una raza de robots llamados Cylon para hacerse la vida más fácil (Es decir, para tumbarse a la bartola mientras los tíos de hojalata hacen todo el trabajo). Como era de esperar, estos Cylon se revelaron contra sus amos y les declararon la guerra. La batalla acabó con un armisticio entre ambas partes y los robots decidieron irse por su cuenta a buscar un hogar para ellos.

 La república bananera de Caprica (Capricornio), capital de uno de los 12 planetas de Aramís Fuster

Han pasado cuarenta años desde esa guerra, y la estrella de combate Galactica, que había participado en la sangrienta batalla entre humanos y máquinas, va a ser retirada de servicio y expuesta a modo de museo. Por desgracia (o no) los Cylon han aprovechado muy bien sus años de ausencia y están dispuestos a volver, esta vez con robots más fuertes y modelos que imitan a la perfección el físico y las emociones humanas. 

Está buena, ¿Eh? Pues es un cylon y ha venido a matarte.

Esta serie se basa en otra más antigua, de mismo nombre y argumento, de carácter más entretenido: Aventuras espaciales, seres extraños de diferentes planetas, estéticas sesenteras/setenteras... La serie de la que os hablo en estas líneas, siguiendo el mismo hilo argumental, reflexiona sobre las acciones del ser humano, los avances de la tecnología, el poder político y la religión, mostrándonos una sociedad lejana a nosotros, situada en un punto indefinido del universo. Casi ná.

Battlestar Galactica 1973, ciudad de vacaciones espaciales, ¿Dígame?


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"La última cena". No, en serio, he venido a mataros pero voy a dejar que comáis antes, pobrecicos.


Seguramente, a muchos de vosotros la ciencia ficción os sonará a Star Wars o Star Trek (¿Por qué todas estas series/películas tienen que llevar la palabra star en el título?). Si sois asiduos al género, Battlestar Galactica os encantará por ese universo alterno que se crea dentro de la historia. Si os gusta la acción, lo pasaréis pipa con las batallas estelares. Si sois como yo, que valoráis mucho más un buen argumento que todos los efectos especiales del mundo, quedaréis más que satisfechos: La serie alcanza niveles de complejidad y misterio, mezclados con tramas personales que acaban convergiendo en la trama principal.

Después de todos estos... ¿argumentos? no sé qué estáis haciendo con vuestra vida y vuestro ratón de ordenador... ¡Corred a ver esta serie! Como curiosidad final, os interesará saber que hay mucho guiños de la serie en The big bang theory, hasta el punto que una de las protagonistas de Galactica aparece interpretándose a sí misma.

Sheldon Cooper desayuna tostadas cylon, ¿Y tú?